lunes, 10 de diciembre de 2007

Viaje familiar

Fenomenal, estupendo, impresionante, genial... Podríamos poner miles y miles de adjetivos al viaje que realizamos esta semana la familia Albero a Francia. Ahora con un poco más de perspectiva se acaba de disfrutar el viaje y darle más importancia a los días que pasamos juntos los tres, tanto en Estrasburgo como en París.

Hacía bastante tiempo que no veíamos a mi hermana, así que el viaje ha supuesto una doble alegría, ya que hemos podido comprobar de primera mano como le va por aquellas tierras alsacianas. Además, tanto Estrasburgo como París son dos ciudades realmente bonitas, aún más si cabe en esta época del año por la decoración navideña y el espíritu que transmite(así como no se puede decir lo mismo del tiempo).

Estrasburgo más pequeño, más accesible, más familiar, pero París es París, y no voy a descubrirla yo ahora. Estrasburgo en 3 días te la conoces, ya que no es excesivamente grande y lo realmente turístico solamente está en el centro de la ciudad. La catedral (muy bonita aunque aún en construcción ya que solo tiene una torre), le marchè noel, (un mercado que ponen durante todo el mes de diciembre donde se venden cosas típicamente navideñas, incluido el vine chaud, un vino caliente con especias y fruta que realmente llegué a odiar), el parlamento europeo, la petit france(muy bonita), el río con su chateau mouge y muchas más cosas.

Por su parte París es una ciudad impresionante, inabarcable, bonita,cuidada y durante estos días, plagada de españoles. La verdad es que al final hacía gracia ya que donde ibas escuchabas gente hablando en castellano. De París vimos lo típico: Torre Eiffel( donde subimos hasta arriba, con un viento que te tumbaba), El Arco del Triunfo(lo mismo), Montmartre, Los campos Elíseos( donde tuvimos tiempo hasta de entrar en tiendas tipo Louis Vuitton), Notre Dame( donde dí recuerdos a Quasimodo), la tumba de Napoleón y otros lugares de los que no recuerdo el nombre pero estuve allí.

Otro asunto importante son las comidas y cenas que nos hemos metido entre pecho y espalda, donde he disfrutado como un enano con toda la variedad de quesos que existe en Francia y de algunas cosas típicas que he probado, tipo les tartes flambeés y los crèpes. Además los sitios donde íbamos eran muy bonitos y "apañadito" como diría alguna. Como curiosidad decir que en los sitios así pequeños ponen mesas grandes, donde la gente se sienta al lado de gente que no conoce, tipo comedor escolar. Hay que rentabilizar en negocio...

En fin, un viaje para no olvidar nunca, y esperar que no sea el último, ya que hemos hecho una promesa, y las promesas están para cumplirlas, no? Ya iré contando más cosas de este viaje y pondré alguna foto(hay sobre unas 350..), ya que por anécdotas, pequeños detalles y curiosidades no será.. Un saludo

1 comentario:

MARTA dijo...

Maure, no quería, pero que sepas que el barco de París se llama "Bateau Mouche" y no mouge...jejeje. Y es le Marché Nöel y la petite france...

Lo siento!!!

jejeje. Nos vemos el jueves.